La murga, desde sus principios, está enmarcada en el carnaval, o mejor dicho surgió a partir de él. Es muy difícil darle un marco histórico concreto a esta celebración “pagana”, ya que hay datos de este tipo de festejo en
Babilonia antes del siglo XX a.C. (Allí se veneraba a Marduk, dios fundador de la ciudad. En su santuario y durante el inicio de cada primavera se efectuaban las celebraciones que duraban cinco días. Durante el festejo todas las jerarquías y autoridades babilónicas eran subvertidas, los esclavos ordenaban a sus amos, se ridiculizaba la justicia, y de entre los presos se elegía un rey que gobernaba absolutamente hasta la noche del quinto día, cuando la ciudad volvía a la normalidad y él era ejecutado) y también en
Grecia en el siglo X a.C. (En estas ocasiones los integrantes de las comunidades griegas y romanas se disfrazaban, bebían vino en abundancia, intercambiaban las mujeres, "olvidaban" la pertenencia a diferentes castas o clases sociales, ricos y pobres se entremezclaban compartiendo el festejo. Se destacaba del resto de las fiestas por sus danzas, sus máscaras, su alegría, su libertinaje).
En
Europa, un poco mas adelante en el tiempo (
Edad Media), el carnaval se observa como una manifestación popular, las festividades tenían lugar en todas las ciudades europeas tomando particulares características en Francia: máscaras, desfiles, cencerradas, farsas, disfraces, escondites, carros alegóricos (de ahí las carrozas hoy). Uno de los personajes que caracterizaba al carnaval era el
dios Momo, que se destaca por su gordura, y que es el rey bufón que se ríe de todo; un pobre-rico, un anciano-niño, un amo-esclavo. Aún a pesar de las transformaciones que va sufriendo el contexto económico-social, ideológico-social, y religioso-social, el carácter mitológico que tiene este personaje permanece vivo en todos los lugares en que se celebra.